El dominio cognitivo (conocimiento) siempre ha sido el foco de la educación tradicional.
La consecuencia es que lo hemos transferido a las empresas como la forma en que debemos allí enseñar o aprender.
En general, creemos que la razón principal para impartir formación en las organizaciones es que las personas tengan o «almacenen» más conocimiento.
Sin embargo, esta idea es incompleta y sin sentido hoy en día para la mayoría de las empresas.
Cualquier modelo o marco de trabajo que se utilice para enseñar a las personas debe enfocarse en darles las herramientas para evolucionar lo que han aprendido y no sólo para aprender a mejorarlo.
Y es aquí donde debe notarse la diferencia entre mejorar y evolucionar. La mejora lleva al alumno siempre en la misma dirección, mientras que la evolución puede proponer un camino diferente.
Si una empresa quiere dar este paso, debería considerar las siguientes 5 experiencias como parte de su formación interna:
- cognitiva
- sensorial
- emocional
- relación con la salud organizacional (cómo el conocimiento adquirido ayudará a mejorar la salud de la organización)
- Reflexivo (proporcionar el espacio durante el curso para reflexionar y cambiar o evolucionar el contenido en cualquier momento)
Estas 5 experiencias son cruciales para cualquier formación (curso, taller, etc.) en la empresa moderna y son necesarias para convertirse en una organización evolutiva y con capacidad de respuesta.
Mi recomendación es que (como consultor) analices cómo se imparten los cursos y veas si las 5 experiencias se cubren de manera equilibrada.
Gracias por escucharme,
Erich.