Si me preguntas de qué me siento más orgulloso, te diré que seguramente de la educación que recibí cuando era pequeño. Por esa entonces, no tenía mucha noción del tipo de educación que estaba recibiendo ni de su calidad, pero con los años, me he vuelto más consciente sobre la importancia de la misma.
Siempre tengo recuerdos de cuando tenía 8 o 9 años. La situación económica en Uruguay era muy mala. Mis padres trabajaban muchas horas, y apenas podían comprar los libros y materiales escolares que necesitábamos. Por supuesto que íbamos a escuela pública, y durante varios años fue difícil tener ropa nueva o útiles escolares de buena calidad. Pese a la situación, la educación siempre estuvo presente durante mi niñez, y estoy agradecido ya que me ayudó a mi y a mis hermanos a formar buenos valores para la vida.
Estarás de acuerdo conmigo si te digo en que lo que aprendes durante la niñez da forma a muchos de los comportamientos que tendrás en etapas posteriores de tu vida.
Como resultado de ello, muchos de los valores y comportamientos básicos que aprendiste durante la infancia continuarán por toda tu vida, y serán parte de actitudes bastante más complejas.
Debido a que lo aprendiste durante la infancia, estos comportamientos y formas de pensamiento estarán conectados con emociones muy íntimas. Y esto es algo que hay que tener muy en cuenta cuándo se desea comenzar a cambiar la forma en que las personas hacen sus tareas en la compañía.
Converso habitualmente con colegas que me indican que encuentran muchas dificultades al intentar realizar un cambio en la empresa, incluso si este es pequeño. De alguna forma, las personas parecen no entender porqué el cambio es necesario, y ofrecen mucha resistencia (muchas veces sin motivo aparente).
Como te mencionaba anteriormente, una gran parte de los comportamientos de esas personas están conectados a emociones, sensaciones, o experiencias que fueron aprendidas durante la niñez. Ello hace que sea un desafío para cualquier agente de cambio el poder alterarlos, o incluso proponer a esas personas que piensen de forma diferente cuando tratan de resolver sus problemas.
Soy consciente que muchas empresas consideran que para poder alterar esos comportamientos se deberá siempre comenzar por dictar seminarios que enseñen porqué se deberá emplear la nueva metodología, forma de trabajo, o incluso explicar sus beneficios. No obstante, las vías más tradicionales de educación en las empresas no siempre son las formas más rápida ni adecuadas para lograr un alto impacto en comportamientos.
Es entonces que te estarás preguntado cómo alterar comportamientos o formas de pensamiento que han estado allí durante muchos años. Sobre todo teniendi en mente que esos comportamientos están extremadamente conectadas con emociones o vivencias aprendidas durante los primeros años de vida.
En otras organizaciones que he visitado se continua pensando que brindar a los empleados con mayor cantidad de información hará que ellos puedan realizar mejor su trabajo. Ello es cierto en muchos roles, como por ejemplo, si eres un doctor que necesita diagnosticar mejor a los pacientes. No obstante, si requieres radicalmente alterar comportamientos, valores y principios, quizás esta opción no sea la más adecuada.
En este pequeño artículo deseo brevemente explicarte qué es lo que llamo “Educación conductual de impact”, y cómo ella te puede ayudar a alterar o reforzar comportamientos, valores, o principios.
La idea detrás de la educación conductual de impacto es que cada actividad que tu workshop emplee, usará exclusivamente aquellos comportamientos que deseas que las personas incorporen.
Por ejemplo, si desees que las personas aprendan a auto-organizarse para resolver sus problemas del día a día, deberás asegurarte que ese comportamiento se utiliza durante todo el curso.
Recuerda que no significa que tendrás una actividad para enseñar como auto-organizarse (¡Ello podría ser una pérdida de tiempo!), sino que ese comportamiento será utilizado durante todo el seminario.
Si por ejemplo deseas que las personas se acostumbren a hablar sobre sus emociones en el ambiente de trabajo, las actividades del curso deberán emplear también ese componente.
Recuerda que la idea de la educación conductual de impacto no es que apliques el comportamiento esperado para un juego o parte del curso, sino que todo tu workshop sea dictado utilizando los comportamientos a educar.
Esto quiere decir los patrones esperados deberán incluirse para todas las actividades que realizas, en el estilo de dictar el curso, en los temas que enseñas, e incluso en como hablas o te mueves durante el workshop.
He preparado un pequeño marco de trabajo que te guiará durante la creación de cursos para tu empresa, y te ayudará a maximizar el impacto en comportamientos esperados.
Antes de comenzar a dictar tu curso, pregúntate… ¿Cuál es el comportamiento que estoy tratando que ellos adquieran? A no ser que sean doctores, ya sabes que hacer…
Espero que le des utilidad, y me escribas si tienes alguna duda.
Gracias por escucharme,
Erich.