Todos tenemos una persona que le agrada dar consejos, incluso si estos no son solicitados: ¿Te puedo dar un consejo o sugerencia? Es tambie?n una actitud comu?n y bien intencionada en muchas compan?i?as, y se ve como una pregunta inocente.
Las organizaciones ma?s tradicionales muchas veces encauzan los consejos a trave?s de canales formales, mientras que en las ma?s modernas se realizan informalmente y frente a otras personas.
No es extran?o que las opiniones vengan desde todas las esquinas de la empresa y con diferentes sabores. Nos sentamos junto a clientes para crear productos de excelencia y dejamos que nos aconsejen co?mo hacerlo mejor, propiciamos que los dema?s equipos nos digan co?mo perfeccionar las interacciones y nos reunimos a analizar co?mo podri?amos haber actuado de forma ma?s efectiva en el ciclo de trabajo anterior.
Debes tener en cuenta que cuando brindas una opinio?n o consejo directo sin que la otra persona lo haya solicitado, este sera? probablemente interpretado por el cerebro inconsciente de la otra persona como que tu? tienes un rango superior o ma?s conocimiento en la materia, y que esta?s dictando una solucio?n.
Esta? claro que dar consejos a otros se siente fanta?stico, pero la neurociencia nos dice que un consejo no solicitado es considerado como la segunda gran amenaza para la ami?gdala.
Cuando afrontas un desafi?o, un cambio grande o debes hacer algo nuevo, la corteza prefrontal utiliza niveles de oxi?geno muy altos. Cuando esto ocurre, la ami?gdala cerebral se activa casi automa?ticamente (no debes confundirla con las que se situ?an en tu garganta).
(C) Lidera el Cambio Exponencial
La ami?gdala cerebral se compone en realidad dos estructuras pequen?as del taman?o de una almendra y se consideran cruciales en la deteccio?n de amenazas; suelen llamarlas los detectores de humo del cuerpo. Llenan tu cerebro con qui?micos cuando esta?s en modo de proteccio?n o intimidacio?n, ayuda?ndote a resguardarte inmediatamente de las amenazas percibidas.
En casos ma?s severos, tambie?n pueden crear una reaccio?n fi?sica visible que te prepara para una accio?n muscular violenta: tu corazo?n comienza a latir ma?s ra?pido, tu rostro cambia de color y tu respiracio?n se acelera.
Y no te estoy diciendo que no des consejos, sino que debes tener en cuenta cua?l es el objetivo perseguido y co?mo lo comunicas. En muchas ocasiones es preferible que emplees preguntas que gui?en a la otra persona hacia la conclusio?n o que la lleven a hacer, finalmente, la pregunta que la gui?e hacia un camino diferente.
Una buena idea es que la retroalimentacio?n tenga reglas claras; una forma de hacerlo es mediante el juego de la perfeccio?n de Jim McCarthy. Se trata de un ejercicio retrospectivo que ayuda a activar las a?reas correctas del cerebro que potencian un resultado positivo con la retroalimentacio?n obtenida.
El juego de la perfeccio?n tiene tres preguntas que deben hacerse oralmente unas personas a las otras:
Califica el producto/servicio/interaccio?n conmigo/plan de cambio /etc. en una escala de 1-10
Lo que me gusto? de es …
Si no fue perfecto para mi?, lo que hari?a de esto un 10 perfecto seri?a…
Deben formarse en grupos de dos, cara a cara, sentados o de pie, y cada persona calificar el valor que recibieron de una situacio?n, interaccio?n o servicio de la persona que tienen en frente, en una escala de 1 a 10 (siendo 1 no tan bueno y 10 excelente). Cuando no haya nada que piensen que se pueda mejorar, deben indicar un 10. Si creen que se podri?a duplicar el resultado, entonces se indicara? 5.
El responder la pro?xima pregunta (Lo que me gusto? de…) hace que las personas se focalicen en las cualidades y fortalezas que subyacen en el valor entregado, y ello situ?a al cerebro en una actitud ma?s abierta. Esto ayuda a descubrir habilidades personales, interacciones o cualquier otra cosa que la persona realiza positivamente y que puede ser empleada por los dema?s para su mejora continua.
La u?ltima pregunta (Si no fue perfecto…) hace que los empleados se centren en aquellas acciones o comportamientos que se podri?an agregar o mejorar para aumentar el valor de lo entregado. Recuerda que, en todos los casos, pensar en co?mo dara?s la retroalimentacio?n es ma?s importante que la forma en que la otra persona la recibira?.
Utiliza el juego de la perfeccio?n para descubrir fortalezas y estimular el pensamiento positivo y creativo empleando la retroalimentacio?n obtenida. Es comu?n que las primeras ocasiones los individuos no se sientan del todo co?modos, pero eso tambie?n ayudara? a fomentar nuevas experiencias.
Aunque la te?cnica es sencilla, hace posible que el posicionamiento inicial subconsciente sea positivo y permite mejorar la calidad de las conversaciones; todo gracias a que los individuos deben no solamente realizar una calificacio?n, sino tambie?n proactivamente dar sugerencias cuando la valoracio?n sea baja.
He realizado este juego con gerentes y altos cargos de organizaciones, y pese a que pueden sentirse inco?modos al comienzo, siempre ha brindado beneficios a las partes y encaminado una mejora continua.
Ten en cuenta que solo deberi?as utilizar este juego si las personas se sienten seguras en su ambiente de trabajo.
Ahora que ya sabes lo que la neurociencia dice, puedes comenzar a ver las situaciones desde una perspectiva diferente.
Si te interesa conocer más sobre como acelerar el cambio en la empresa, te invito a leer mi libro Lidera el Cambio Exponencial.
Gracias por escucharme,
Erich.